Dos senderistas y un camionero ayudan a una mujer a sacar del coche, del que había olvidado las llaves dentro, a su hijo.

 

Una mañana calurosa del mes de julio en la que dos amigos deciden hacer senderismo por el monte Roldán. Tras aparcar el vehículo en Tentegorra, escuchan los lamentos de una mujer que se había dejado olvidadas las llaves dentro del coche. El vehículo estaba completamente cerrado con su hijo de un año y varios meses dentro, en la silleta sentado y amarrado.

Los senderistas intentaron romper los cristales pero no lo conseguían, así que al paso de un camionero le hicieron el alto y, por suerte, llevaba un martillo rompe-cristales.

Rompieron los cristales y, lo más importante, salvaron al niño, quien estaba todavía en buen estado.