Sólo mirarlas hacen que mi mente viaje y mi cuerpo se estremezca, porque no sé si van o vuelven, si se unen o se separan. Sólo sé que aquí están y que, por algún motivo, no dejo de mirar su recorrido con emoción.


Porque entre ellas hay piedras, pero también maderos para facilitar su destino, porque entre tanta soledad, habrá o hubo un lugar donde llegar, porque vienen de no se donde y van a quien sabrá.