El legado artístico de Balbino de la Cerra, sus dibujos y sus diseños de bordados, trasciende más allá del ámbito de la Cofradía California y se convierte en un referente de la Semana Santa de Cartagena y de otras localidades cercanas.

http://www.youtube.com/watch?v=AiGOpmYN0vE


A través de una serie de trazos llenos de pasión, Balbino crea un universo fantástico donde lirios, hojas, pasionarias, palmas, dragones y flores diversas conviven y se funden en una serie de elegantes diseños que decoran muchos de los mantos, sudarios y otros tejidos bordados que forman parte de las procesiones cartageneras.

 

'Trazos de Pasión' es una exposición antológica de Balbino que se inaugura este viernes 15 de diciembre a las 20:00 horas y que se podrá visitar desde ese mismo momento hasta el próximo 21 de enero de 2018 en la primera planta del Palacio Molina. Al acto asistirá el concejal de Patrimonio Arqueológico, Ricardo Segado, y el Hermano Mayor Californio, Juan Carlos de la Cerra.

 

Los adornos florales de las fachadas modernistas cartageneras, las decoraciones de los azulejos del Casino de la ciudad, los bordados confeccionados en el asilo de San Miguel y el cine, como él mismo contaba, se convierten en la fuente de inspiración de sus diseños, dando lugar a unas composiciones articuladas en torno a un eje axial que les confiere un carácter armonioso y una perfecta simetría, perceptible no sólo en obras monumentales, como el manto de la Virgen del Primer Dolor, sino también en las más pequeñas y sencillas.

 

Sus dibujos siempre huyen de los trazos rectos y los motivos geométricos, mientras que los elementos vegetales, las flores y los seres fantásticos, como las rosas de pasión y los dragones, adquieren todo el protagonismo en sus bocetos. Balbino dota a su obra de una impronta singular creando dibujos de una gran plasticidad, gracias al empleo de curvas sinuosas y grandes composiciones florales, con los que es capaz de crear una estética peculiar que, en manos de sabias artesanas como Consuelo Escámez, Anita Vivancos, Antonia Sánchez y su propia esposa, Salvadora Hódar, entre otras, se convierte en uno de los referentes de las procesiones cartageneras del S. XX.

 

El concejal delegado de Cultura, David Martínez, y el Hermano Mayor Californio, Juan Carlos de la Cerra, han visitado este mismo viernes por la mañana la exposición en un pase de prensa donde han podido admirar la calidad de los diseños incluidos en la muestra.

 

"Esta exposición representa a todas esas personas que han hecho posible nuestra Semana Santa", ha manifestado el edil, que ha destacado el "entusiasmo", el "trabajo", el "arte" y la "creatividad" de Balbino, que se plasma en las "grandes joyas" que forman parte de la muestra y que han sido cedidas para la exposición. Martínez ha resaltado que aquí se pueden disfrutar cada uno de los detalles de estas obras de arte desde muy cerca.

 

Para Juan Carlos de la Cerra, se trata de "una muestra que para el procesionista y el cartagenero es digna de ver con detenimiento". El Hermano Mayor Californio ha destacado que la obra de Balbino ha trascendido a la Cofradía California, ya que hay trabajos suyos en Murcia, Totana, Los Ramos, Torrevieja, de donde él era oriundo, y hasta en los Países Bajos, entre otros lugares.

 

BALBINO

 

Balbino de la Cerra Barceló (Torrevieja 1921 - Cartagena 2003), Balbino para los procesionistas cartageneros, es sin duda el californio más carismático de la segunda mitad del S. XX. Apenas terminada la Guerra Civil, siendo aún muy joven, se involucró plenamente en la vida de la Cofradía permaneciendo activo hasta su fallecimiento. Su incorporación coincide con unos momentos muy difíciles para la Hermandad debido a la destrucción de la mayor parte del patrimonio cofrade en los inicios de la contienda; pero, al estar casi todo por hacer, es también una época de grandes retos y desafíos que el joven Balbino sabrá aprovechar. A su muerte, desempeñaba el cargo de mayordomo rector.

 

Como miembro de la Comisión Artística y conciliario, primeramente, y desde el cargo de guardalmacén general, a partir de 1957, Balbino desarrolló una ingente labor cofrade y una capacidad de improvisación única que le permitieron resolver, con pocos medios y grandes dosis de imaginación, las numerosas situaciones vividas en los duros años de la posguerra. Unas vivencias que serán el origen de un rico anecdotario que Balbino no se cansó nunca de contar ni revivir a cada momento y que terminarán siendo conocidas cariñosamente entre los cofrades cartageneros como 'las cosas de Balbino'.

GALERÍA DE IMÁGENES

Exposición 'Trazos de Pasión', de Balbino